CAPITULO 1: EL PALADIN DE ZENDAS
Esta es la historia de los Paladines de Gams. Estos habitaban en
un lugar, rodeado de arboles y abundante en metales. Gams estaba
divida en 25 clanes.Los matuanies,bariers,calcios, zendas,festus,
gautianos,ceribes, frontarios,xines, quizos,wisons,ompers,tirnarios,
somdarios,edes,quities, kitarios,naburios,vetitas,quinos,fromiers,
canves,valquirias,trunes,argarios.
Hace mucho tiempo. Existió un paladín que salvo a los habitantes
de los mounstruos de piedra.
Gams le tenia especial respeto al paladin de zendas. Este habia
desaparecido al culminar su pelea con el gigante de piedra, y nadie
supo más de el.
En el clan zenda, habitaba un muchacho, Su nombre era Milo. Cada
mañana milo se levantaba muy temprano, para entrenar con su espada
de madera.
Milo, vivía con su padre.
El papa de milo poseía una vaca y un toro. Y ademas se dedicaba al
cultivo, este sembraba maiz, y uvas. De esta manera nunca le faltaría
comida y un buen vino.
Cierto día, su padre le dijo a milo que fuera a dejar un vino que se
le había olvidado dejar al mercader de la plaza de nombre givo.
Milo tomo su espada de madera y se lo puso en el cinturón, ademas del
vino. y se puso en camino.
En su camino se topo con 3 espadachines. Uno de ellos le pidió el vino,
pero milo les dijo:
"Este vino no es mio, así que no se lo dare".
Milo muy seguro de si mismo, saco su espada de madera. Los
espadachines se reían. y Uno de ellos le dijo:
"Tu posees una espada de madera, pero yo tengo una espada de acero"
Uno de ellos le dio una patada a gino, que lo tiro de un golpe, junto
con su espada.
"jajajajaja" se reían los espadachines, mientras se alejaban.
En eso, milo se puso a llorar de coraje. y golpeo a uno de ellos en
la pierna con su espada de madera, tan fuerte quedando tirado en el suelo.
"jajajajjaja" se reían los otros. Este muchacho tiene pantalones, decía
uno de ellos.
EL espadachín caído, se levanto enfurecido, tomo su espada de acero, y
le propino un espadazo en la mano de milo. Que se la corto. Milo solo podía
llorar de dolor.
De pronto una encapuchado, con un brillo en los ojos apareció. Y solo se
escucho el zumbido de una espada, cuando corta el metal.
Los 3 espadachines cayeron al suelo.
Encima de uno de ellos se veia un encapuchado. Quien rápidamente tomo
la mano de milo, y se la pego a su brazo. Lo vendo. Y Se subió a su
caballo, para dirigirse a la plaza.
Al llegar a ella, dejo a milo con una doctora. Y se fue.
La doctora, rápidamente reviso a milo, y se dispuso a curarlo.
Paso 1 día, y milo desperto. Al abrir sus ojos vio una hermosa
mujer, que le decía:
¿Como te sientes?
Milo asombrado contesto: mas o menos.
La hermosa doctora solo se reía. Y eso contagio a milo, quien
sonreia también.
Milo le contó lo sucedido a la doctora. Y le pidio que lo dejase
ir, para entregar un mandado que tenia pendiente. La doctora
lo dejo seguir su camino. Pero que no usara su mano derecha.
Milo bajo la cabeza como muestra de obediencia.
Al llegar a la plaza el mercader givo le agradeció a milo, por
dejarle su botella.
Al salir de la plaza, milo notaba que una estraña sombra lo estaba
siguiendo entre los arboles.
En todo el trayecto milo desviaba un rato la mirada, para ver
si todavía seguía acompañado.
Por fin milo llego a su casa, al llegar abrió la puerta
y vio una carta, que decía:
"Milo, toma al becerro que acaba de nacer, y dirígete a la montaña,
no tomes nada más"
Milo entendió el mensaje, al ver el establo a lo lejos.
En el camino milo, se sentía inseguro.
La sombra todavia continuaba con el.
Al pasar mucho tiempo caminando, y con lo débil que se sentía
por lo que le había pasado.
Milo se puso a descansar cerca de un arroyo, y solo se escucha
el ruido de sus estomago. Pidiendo algo de comer.
Al levantarse, observo que al lado suyo, estaba un canasta llena
de comida.
Muy contento se dijo a si mismo.!a comer se ha dicho!
La sombra todavía permanecía varada entre los arbustos.
Milo observa desde lejos que la sombra, no tenia intenciones de
hacerle daño.
"Con la barriga llena, corazón contento". Se dijo así mismo, milo.
Enseguida, con su mano derecha tomo al becerro y continuo su camino.
Al llegar a la montaña, milo se decía a si mismo:
!no veo por donde subir!
Sin embargo, milo noto algo raro en el piso, unas huellas,
a las cuales siguió.
Al finalizar la ultima huella, vio una cueva,y adentro de ella se
veía una fogata. Milo se introdujo en ella.
psh, se escuchaba. Eran los pasos del dueño de la fogata.
La sombra que siempre lo había seguido, por fin se mostro
frente a el.
Cuento escrito por : José Eleazar garcía Estrada
